La microbiota intestinal y su influencia en la COVID-19

¿Por qué algunas personas infectadas por coronavirus desarrollan síntomas más graves que otras? Esta es una de las preguntas que más quebraderos de cabeza está dando a la comunidad científica, ya que su respuesta es tan compleja como incierta. Sin embargo, estudios publicados recientemente proponen que la microbiota intestinal es un factor clave en el transcurso de la COVID-19 por su capacidad para influir en la magnitud de la respuesta inmune ante este patógeno.

La importancia de la microbiota intestinal

La microbiota intestinal se define como el conjunto de microorganismos que habitan en el intestino y está formada por aproximadamente 100.000 millones de bacterias, entre las que se encuentran géneros y especies muy diversas. Estos microorganismos, que viven en simbiosis con el cuerpo humano, son esenciales para el mantenimiento y correcto funcionamiento del sistema inmune y, por tanto, para la salud. Cuando las poblaciones bacterianas que conforman la microbiota normal se desequilibran por determinadas causas, se produce disbiosis intestinal, una afección con diversos efectos perjudiciales como, por ejemplo, el incremento en el riesgo de infección y de sus consecuencias.

Coronavirus y microbiota, ¿qué tienen que ver?

La COVID-19 es una patología que afecta principalmente al aparato respiratorio, por lo que podría ser complicado encontrar una relación directa con el intestino. Sin embargo, tal y como expone el  Dr. Ordovás, investigador y director del laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts en Boston, la clave está en dos factores decisivos: la inflamación y el receptor celular ACE-2.

En muchos pacientes, la fisiopatología de la COVID-19 se caracteriza por una serie de respuestas inflamatorias que terminan deteriorando la función de diversos órganos, una reacción que podría ser un claro indicio de que la gravedad de la enfermedad no solo se debe a la infección viral, sino también a las respuestas inmunitarias del propio paciente. Las bacterias que conforman la microbiota ejercen una gran influencia sobre la integridad del intestino. Concretamente, estos microorganismos son capaces de modular la respuesta inflamatoria, por lo que su alteración afectaría de forma negativa y podría provocar una respuesta inmune agresiva que agravaría las consecuencias de la COVID-19.

El otro factor clave es el receptor ACE-2, situado en la membrana de las células y que se considera el punto de entrada del coronavirus a la célula. Este receptor no solo se localiza en el aparato respiratorio, sino que también está presente en las células del intestino. Por tanto, el tracto intestinal alterado probablemente sea mucho más susceptible a ser infectado por el virus. Tal y como confirma Francisco Guarner, director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, las microbiotas con mayor diversidad fortalecen el sistema inmune mientras que, a menor diversidad, mayor es el riesgo de inflamación en el organismo.

Las evidencias de esta relación

El doctor Siew Ng junto con su equipo, consiguieron obtener las pruebas que confirman todas estas suposiciones. En uno de sus estudios, analizaron un total de 274 muestras de heces pertenecientes tanto a pacientes con coronavirus como a personas sanas, y observaron que la composición de la microbiota intestinal de pacientes con COVID-19 era diferente. Así, concluyeron que:

  • Los pacientes infectados por coronavirus tenían una mayor proporción de especies bacterianas perjudiciales como Ruminococcus gnavus, Ruminococcus torques y Bacteroides dorei, en comparación con las personas libres de coronavirus.
  • Los pacientes infectados por coronavirus tenían una menor proporción de especies bacterianas beneficiosas, como Bifidobacterium adolescentis, Faecalibacterium prausnitzii y Eubacterium rectale (conocidas por influir en la respuesta inmune), en comparación con personas sin infección por coronavirus.
  • Los pacientes con coronavirus presentaban niveles elevados de varias citoquinas, quimioquinas y marcadores de inflamación, en comparación con pacientes sanos.

Por otro lado, Stanley Kim, miembro de la Sociedad Americana de Microbiología, reportó en la revista “MBio” que un amplio porcentaje de los pacientes hospitalizados por COVID-19 mostraban síntomas gastrointestinales como diarrea, náuseas y vómitos, sugiriendo que cuando el coronavirus coloniza el tracto digestivo, favorecido por la disbiosis intestinal, la gravedad de la enfermedad aumenta, ya que a partir del intestino este es capaz de acceder a los órganos internos.

Todos estos resultados confirman que la microbiota intestinal podría desempeñar un papel fundamental en la modulación de la respuesta inmunitaria tras la infección por coronarivus, influyendo, por tanto, en la gravedad y en los resultados de la enfermedad. De cara al futuro, Siew Ng y colaboradores subrayan que la microbiota intestinal podría permitir la determinación de un perfil de riesgo ante la COVID-19, basado en los microorganismos, con el fin de identificar aquellas personas con una predisposición más elevada a padecer los síntomas de mayor gravedad o incluso síntomas inflamatorios posteriores.

Cómo cuidar la microbiota intestinal

La conclusión es clara: una mala salud intestinal afectaría negativamente al pronóstico de la COVID-19 y, definitivamente, la clave está en la dieta. Los investigadores encuentran una alta relación entre determinadas dietas y/o alimentos, y poblaciones bacterianas o especies concretas. En general, los alimentos de origen vegetal, ricos en fibra, cuidan la microbiota intestinal y están asociados a niveles más altos de microorganismos beneficiosos.  Dietas en las que el aporte de alimentos procesados como azúcares o grasas es mayor, se asocian con perfiles de microbiota en disbiosis y con una mayor proporción de microorganismos perjudiciales. En este sentido, desde Pronacera llevamos años colaborando estrechamente con profesionales de la nutrición para el desarrollo de herramientas diagnósticas y de seguimiento de pacientes del ámbito de la reproducción asistida o la fibromialgia, en los que la nutrición ha demostrado también tener un papel clave y a comercializar test de disbiosis intestinal que puede ayudarnos a mantener una microbiota eubiotica, sana, que nos ayude a prevenir infecciones así como otras dolencias.

Begoña Pérez Rojo

Referencias

  1. Kim, H. S. Do an Altered Gut Microbiota and an Associated Leaky Gut Affect COVID-19 Severity? mBio, 2021; 12(1).
  2. Yeoh YK, Zuo T, Lui GC, et al. Gut microbiota composition reflects disease severity and dysfunctional immune responses in patients with COVID-19 [published online ahead of print, 2021 Jan 11]. Gut. 2021;gutjnl-2020-323020. doi:10.1136/gutjnl-2020-323020