¿Puede el flujo sanguíneo cerebral influir en los síntomas de la fibromialgia?

La fibromialgia (FM) es una enfermedad de etiología desconocida que se caracteriza por presentar dolor crónico generalizado en los tejidos blandos del cuerpo y a nivel muscular.

La prevalencia de FM es del 2,1% a nivel mundial. Afecta al 2,3% de la población europea y al 2,4% de los españoles. Actualmente, hay indicios que han mostrado un avance en el conocimiento de las bases neurológicas del dolor en pacientes con fibromialgia. Una de estas bases es el flujo sanguíneo cerebral y, por ende, las emociones.

El flujo sanguíneo cerebral es el suministro de sangre que llega al cerebro en un momento y unas circunstancias determinadas.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), junto con la colaboración de otras instituciones y la Asociación Valenciana de Afectados de Fibromialgia (AVAFI) demuestran que el flujo sanguíneo cerebral está alterado en pacientes con fibromialgia. La finalidad de este estudio era evidenciar la relación existente entre el dolor y los factores emocionales.

Por tanto, esta modificación del flujo sanguíneo cerebral puede ser la causa de la presencia de síntomas somáticos tales como el dolor, la depresión o la ansiedad.

Tanto el dolor crónico como la sintomatología psicológica representan un problema de salud para estos pacientes, y empeora la calidad de vida de los mismos.

Con esta premisa, el profesor Tembl del Departamento de Neurología llevó cabo un experimento para evaluar si tratando las anomalías cerebrovasculares se podrían reducir los síntomas de la fibromialgia. En este estudio se demostró que las alteraciones se daban sobre todo en el hemisferio izquierdo del cerebro, donde se encuentran las regiones responsables de percibir y aliviar el dolor.

Actualmente, se están llevando a cabo diversas líneas de investigaciones sobre este tema, con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre cómo revertir los cambios en el flujo sanguíneo cerebral para que el cerebro funcione de una forma más adaptativa y poder así disminuir los síntomas de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.