Vampiros y sanguijuelas para el tratamiento de la fibrosis quística.

Se identifican dos especies depredadoras bacterianas en los pulmones de pacientes con fibrosis quística capaces de destruir las bacterias causantes de esta enfermedad

La fibrosis quística es una enfermedad con alta mortalidad caracterizada por el desarrollo de graves infecciones pulmonares. Estas infecciones causadas por diferentes especies bacterianas, merman mucho la calidad de vida de las personas afectadas, ya que disminuyen de manera muy considerable su función respiratoria. Actualmente no existe tratamiento curativo para esta enfermedad, sin embargo, la clave del éxito para luchar contra ella podría estar en los propios pulmones de los pacientes afectados.

Esta idea se basa en los últimos hallazgos de investigadores de un hospital madrileño, los cuales encontraron en los pulmones de los pacientes con fibrosis quística, especies bacterianas con capacidad depredadora. ¿Y qué tenían de peculiar estas especies? : eran capaces de atacar y eliminar las bacterias causantes de la propia enfermedad.

Estos investigadores, mientras intentaban estudiar los múltiples tipos de bacterias existentes en los pulmones de los pacientes, encontraron dos protagonistas muy pecularies: “vampiros y sanguijuelas”. Se trata de dos tipos de bacterias con capacidad depredora que pueden entrar en el interior de las células y eliminar su contenido, destruyéndolas.

Pero, ¿puede el descubrimiento de estos depredadores ser útil para combatir la fibrosis quística? En efecto. Los autores de este estudio, desarrollaron un modelo virtual para analizar el comportamiento de estas bacterias y concluyeron que, administrando estas bacterias a enfermos de fibrosis quística, se podían eliminar las bacterias causantes de esta enfermedad, evitando que colonizaran los pulmones de los pacientes.

La fibrosis quística se trata de una enfermedad potencialmente mortal, e incluso utilizando tratamientos antibióticos, es casi imposible eliminarla cuando las bacterias ya han colonizado los pulmones. Observando los resultados anteriores, es lógico pensar que el uso de estas bacterias depredadoras podría convertirse en una alternativa muy prometedora a los fármacos actuales. Por lo tanto, es necesario estudiar con mayor profundidad estas bacterias y sus mecanismos de acción para que en un futuro próximo, puedan ser empleadas como tratamiento curativo de la fibrosis quística.

Ana Guzmán