No resulta una novedad saber que la microbiota de una persona, es decir, el conjunto de microorganismos que habitan en el ser humano, tiene diversas e importantes funciones en nuestro organismo, tales como la defensa contra otros microorganismos patógenos, el mantenimiento del sistema inmune, la regulación del metabolismo y balance energético, la producción de vitaminas y otras funciones más.

Por tanto, y en gran medida, una buena salud depende de los microorganismos beneficiosos que habitan en nuestro cuerpo. Un desequilibrio en nuestra microbiota a favor de microorganismos patógenos puede desencadenar alteraciones en nuestra salud y en última instancia, una patología.

El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero y cuya función es permitir la implantación del embrión tras la fecundación. Este tejido presenta alteraciones cíclicas en sus vasos sanguíneos y en sus glándulas durante el ciclo menstrual, con el objetivo de conseguir el estado óptimo para permitir la implantación del embrión. 

Como en otras partes del cuerpo, en el endometrio están presentes múltiples microorganismos, que, en su mayoría, ayudan a que esta mucosa se prepare para la correcta implantación del embrión.

Ilustración 1. Endometrio durante el ciclo menstrual

 

Estudios recientes han corroborado que una alteración en la microbiota del fluido endometrial está relacionada con abortos espontáneos recurrentes. Sin embargo, en los últimos años se ha visto que no solo hay que tener en cuenta la microbiota del fluido endometrial, sino también la del tejido, para tener una visión conjunta de la microbiota endometrial.

Investigadores de la Universidad de Hong Kong, dirigidos por Yingyu Liu, han estudiado la composición de la microbiota del fluido y del tejido endometrial. En este estudio participaron 25 mujeres las cuales habían presentado tres o más abortos espontáneos y que no mostraban otras patologías. Se obtuvieron las muestras siete días después de la ovulación, así detectaron trece grupos bacterianos que estaban presentes exclusivamente en las muestras de tejido endometrial, pero no en las muestras de fluido. Además, encontraron ocho grupos presentes en el fluido endometrial, pero no en el tejido. Por otra parte, también identificaron veintidós tipos de microorganismos diferencialmente abundantes entre muestras del fluido y tejido endometrial.

Estos resultados siguen arrojando luz en el campo de la microbiología del tracto reproductivo, aportando una visión más completa de la microbiota del endometrio, lo que permitirá seguir mejorando nuestro entendimiento sobre este fascinante campo, además de seguir mejorando las tasas de éxito y ayudando a que más personas consigan su deseos de ser progenitores.

En Pronacera Therapeutics llevamos años apostando por la investigación y la mejora del conocimiento del factor endometrial en fertilidad, siendo plenamente conscientes de la importancia de una buena salud reproductiva. Es por ello que ayudamos a desarrollar estudios de Microbioma Reproductivo, donde es posible analizar, a partir de una sola toma de hisopado vaginal y/o biopsia endometrial, según la clínica personal de cada paciente, el microbioma reproductivo y su relación con la sub-fertilidad.

Referencias:

Liu Y, Wong KK, Ko EY, Chen X, Huang J, Tsui SK, Li TC, Chim SS. Systematic Comparison of Bacterial Colonization of Endometrial Tissue and Fluid Samples in Recurrent Miscarriage Patients: Implications for Future Endometrial Microbiome Studies. Clin Chem. 2018 Dec;64(12):1743-1752. doi: 10.1373/clinchem.2018.289306. Epub 2018 Sep 20. PMID: 30237148.